Me encantan las croquetas, cada vez que veo una receta me dan ganas de hacerla, sobre todo si es original. Y es que hay recetas de croquetas de todo tipo, prácticamente de todos los alimentos. Por eso, cuando vi que en lugar de bechamel se pueden hacer de forma mas sencilla con caldo, pensé que porque no hacer unas croquetas con caldo.. y de ahí a hacer unas croquetas de caldo pues va un paso.
De todas formas no es que lleven solo caldo, no, les hemos puesto también otros ingredientes, entre ellos pescado para que tengan algunos tropezones, pero que las podríamos hacer también sin ellos. O, incluso, convertirlas en unas croquetas mas tradicionales simplemente añadiendo mas pescado, o un par de huevos duros picados, o un par de latitas de atún.. vaya, que opciones hay si queremos variar la receta. Pero de esta manera nos va a quedar bastante rica, va a ser original, no sale cara y tenemos croquetas para un rato porque nos van a salir bastantes. Además de ser bastante fácil de hacer ya que no preparamos la típica bechamel que suelen llevar.
Por lo demás, estas croquetas no llevan gluten porque utilizamos maicena y el pan que usamos para rebozar puede ser sin gluten, y tampoco llevan lactosa porque no empleamos leche sino caldo. También van a ser un poco mas ligeras que las tradicionales al hacerlas con menos aceite, o mantequilla como suelen llevar cuando se prepara una bechamel.
Croquetas caseras de caldo de pescado
Ingredientes
1 litro de caldo de pescado
500 g de bacalao al punto de sal
3 huevos duros
1 cebolla fresca
1 cebolla fresca
2 cucharadas de aceite de oliva
100 g de maicena
huevo para rebozar
maicena para rebozar
huevo para rebozar
maicena para rebozar
pan rallado sin gluten
ajo y perejil en polvo
aceite para freír
Preparación de las croquetas de caldo de pescado:
Lo primero que vamos a hacer es un sofrito de cebolla, para ello la cortamos en trocitos muy pequeños, ponemos unas cucharadas de aceite de oliva en una sartén y la pochamos. Para que la cebolla nos quede blandita sin quemarse hay que echarla en la sartén con el aceite casi frío, y dejarla a fuego lento removiendo de vez en cuando.
Mientras, podemos ir cortando el bacalao en trocitos, si hace falta le quitamos la piel y las espinas que pueda tener. Cuando ya tengamos hecha la cebolla añadimos el bacalao y lo rehogamos, no hace falta que nos quede muy, muy hecho porque luego se va a seguir cocinando. También podemos utilizar otro pescado blanco si nos gusta mas. Reservamos.
En una cazuela ponemos el caldo de pescado y la maicena, lo movemos para disolverla y ponemos la cazuela al fuego. No añadimos sal porque el caldo ya lo lleva igual que el bacalao si es al punto de sal. En caso de utilizar otro pescado podemos añadir un poco si lo queremos mas sabroso.
Vamos a tenerlo a fuego lento mientras lo vamos removiendo si parar. Observaremos que cuando empieza a espesar no lo hace de modo uniforme, por eso es muy importante no dejar de removerlo hasta que se haya espesado y tengamos una crema suave y sin grumos.
Vamos a tenerlo a fuego lento mientras lo vamos removiendo si parar. Observaremos que cuando empieza a espesar no lo hace de modo uniforme, por eso es muy importante no dejar de removerlo hasta que se haya espesado y tengamos una crema suave y sin grumos.
Entonces añadimos los huevos duros picados y el contenido de la sartén y seguimos removiendo unos minutos mas hasta que haya espesado bastante. Cuando lo haya hecho apagamos el fuego pero lo dejamos en la cazuela unos diez minutos mas.
Luego lo pasamos a una fuente, dejamos que se enfríe del todo y lo metemos a la nevera al menos una hora.
Luego lo pasamos a una fuente, dejamos que se enfríe del todo y lo metemos a la nevera al menos una hora.
Cuando esté bien consistente vamos a ir tomando porciones con una cuchara, lo pasamos por maicena, huevo batido y luego por pan rallado. Para darle un rebozado riquísimo vamos a añadir ajo y perejil en polvo al pan rallado.
Si queremos que tengan la forma de las croquetas tradicionales podemos modelarlas un poco después de pasarlas por el pan rallado.
Las vamos a freír en abundante aceite, a fuego no muy fuerte para que no se nos quemen. Una vez fritas las ponemos sobre papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Tenemos otras variedades de croquetas que se hacen con la tradicional bechamel, como pueden ser estas que hicimos de jamón y queso.
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Te han quedado impresionantes!! Me parece que tienen que estar de miedo, muy ricas.
ResponderEliminarNesos
Muchas gracia, quedan muy tiernas y con un sabor muy rico, bsoss¡¡
EliminarMmmm que buenas, con el caldito y el bacalao... me has dado un hambre!
ResponderEliminarMuchas gracias Ana, nos alegra que te gusten¡¡
EliminarVaya pinta que tienen...qué apetecibles! Y sobre todo, muchas gracias por acordarte de los celiacos. Un beso
ResponderEliminarNos encanta hacerlo y nos alegra mucho que te guste la receta, bsoss¡¡
EliminarPues tienen una pinta espectacular estas croquetas... Me las paunto! Un beso guapa!
ResponderEliminarhttp://lesreceptesquemagraden.blogspot.com.es/
Muchas gracias Pilar, bsoss¡¡
EliminarExcelentes! A ver si nos mandas unas croquetas a domicilio!!!!
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